Los precios de los alimentos en España continúan con una preocupante escalada. Según los datos publicados la semana pasada por el INE, han alcanzado un incremento interanual de un 16,6% en febrero, lo que indica que la tendencia iniciada a principios de 2022 está lejos de controlarse.
El siguiente gráfico representa la evolución histórica de los precios de los alimentos en España desde 1940. Para mostrar la evolución de los precios se han utilizado las diferentes series con las bases disponibles (al no existir una serie homogénea el gráfico se ve con lagunas en algunos años), calculadas a través de las cestas de consumo de cada momento. Se puede apreciar que los precios de los alimentos se incrementaron fuertemente en la postguerra y en la época de la II Guerra Mundial. También hubo un pico similar en la crisis del petróleo de los 70, que se vio agudizada por la transición en nuestro país como vimos en un artículo anterior. La inflación de los alimentos se mantuvo baja a lo largo de más de 30 años, lo que propició que nuestro país sea uno de los principales exportadores de alimentos, así como nuestra dieta mediterránea un referente cultural de gastronomía saludable y económica. Como se puede apreciar en el gráfico el aumento ha sido exponencial en estos dos últimos años. Aumentos tan exponenciales no se veían desde tiempos de la Guerra Civil y la II Guerra Mundial.
Los efectos de la pandemia y la normalización del teletrabajo en muchos sectores, han marcado cambios en los patrones alimenticios de los españoles. Al poder trabajar más horas desde casa, los españoles han tenido más tiempo para planificar las comidas y preparar más frecuentemente comida casera. Estos datos han sido confirmados en la última Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, donde el gasto medio por hogar en alimentación se incrementó un 7% en 2020 y un 5% en 2021, cuando los años anteriores este grupo de gasto se mantuvo relativamente constante. En la misma encuesta se puede apreciar que el gasto medio en consumo de carne, pescado, productos lácteos y legumbres se ha disparado en estos dos años. Los cambios en los patrones de consumo unido a un incremento de los costes de producción para agricultores y ganaderos han propiciado un incremento de los precios en el sector agrícola y ganadero estos años. En la siguiente tabla, extraída de la estadística del IPC del INE por grupos ECOICOP de gasto desde 1993, puede verse que los alimentos han sido el grupo más inflacionario desde enero de 2020, cuando en el periodo 1993-2020 no habían sido de los que más incrementos de precio habían sufrido.
Inflación por grupos ECOICOP 1993-2023 |
Un dato a destacar en este punto, es que alimentación, vivienda y transporte están siendo los grupos más inflacionarios desde 2020, representando estos grupos más del 60% del gasto medio de los hogares españoles.
La inflación de los alimentos en el resto de países europeos es similar como puede apreciarse en el siguiente gráfico elaborado con datos de Eurostat. Estos datos representan la inflación anual a febrero de este año a impuestos constantes. La inflación de los alimentos en España no sería de las más elevadas y mas viendo el caso de Hungría, que tiene una inflación de los alimentos mucho más elevada que el resto de países.
Inflación de los alimentos en Europa |
Si vemos la evolución de los precios percibidos por agricultores y ganaderos, los precios de los productos agrícolas han empezado subir menos desde verano, sin embargo los precios percibidos por los productos ganaderos estaban en máximos en el mes de octubre (último mes que la serie estadística está disponible).
Por otro lado, si analizamos los datos de los precios de los productos pagados por los agricultores y ganaderos, vemos que si bien los precios parecen incrementarse a tasas menores, siguen incrementándose a tasas elevadas. En el caso de los alimentos para el ganado la reducción de la tasa de incremento de precios ha sido casi imperceptible.
Al igual que la anterior crisis financiera de 2008, los costes de los productos pagados por los agricultores se incrementaron, lo que luego propició un aumento de los productos básicos. Esto se puede apreciar a través del índice de la FAO de los precios de los alimentos, que mide la evolución de los precios de los productos básicos desde 1961. En términos reales y nominales este índice llegó a máximos históricos en 2022. En término reales los picos han sido en la crisis del petróleo y más recientemente en 2008 y 2011, y estos picos desencadenaron posteriormente revueltas en muchos países. En Haití, Mozambique y Bangladesh hubo revueltas en 2008, luego de que una serie de catástrofes meteorológicas y restricciones en el mercado de alimentos provocaran un aumento de su precio. El aumento de los precios de los alimentos fue también uno de los desencadenantes de la “Primavera Árabe”. Hay que recordar también que el aumento de precio de los productos básicos fue también desencadenante de importantes revueltas en el pasado, como ha sido la Revolución Francesa. Es bastante probable que si estos precios continúan elevados durante tiempo, haya importantes revueltas sociales que deriven posteriormente en más inestabilidad política.
Evolución del indice de precios de los alimentos de la FAO |
Como conclusiones podemos afirmar que todo apunta a que los precios de algunos alimentos de alto consumo alimentario en España están lejos de controlarse. El siguiente cuadro representa las variaciones de precio en los alimentos básicos en 2022 y lo que va de 2023 en los mercados en origen de algunos productos básicos, de acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Se puede percibir que algunos productos, sobre todos los más consumidos por los españoles, continúan con elevados incrementos de precio en origen en este 2023, lo que no tardará en repercutirse en las grandes cadenas de alimentación.
Variación de los precios medios nacionales en origen de los productos de alimentación |
Existen además riesgos que podrían propiciar un nuevo repunte del aumento de los alimentos. La cosecha de cereales en Ucrania se ha reducido un 40% en 2022 por la guerra. Al ser un importante exportador de cereales, podrían verse incrementos de precio en los cereales en los próximos meses. Por otro lado, brotes de gripe aviar están incrementando el precio de los huevos. Asimismo esta existiendo un elevado incremento del precio de la carne de cerdo desde hace tiempo, derivados de reducción de oferta por cierres de granjas en Europa. Estos cierres son debidos al aumento de costes energéticos, lo que conlleva que muchas granjas no sean rentables y a la presión de gobiernos “verdes” en los diferentes países europeos.